hace una semana se metió en mi cabeza y en mi cuerpo. no me deja concentrar, intefiere en mis sueños, me hace cosquillas en el cuello hasta la tos. sin pedirme permiso, me ha quitado las ganas de salir y hasta de hablar. y aunque trate de engañarme con caramelos de miel, inevitablemente me despierto con su recuerdo en los huesos y su sabor en la boca.
cruelmente indeciso, eleva mi temperatura sin decidirse a tumbarme en la cama. como un amante desganado o asustadizo, merodea mi cuerpo sin declararse hace casi una semana.
tengo un resfrío histérico.