qué complicadas pueden ponerse las cosas cuando nos miramos...
sabés que me resisto a hacerlo, me resisto a mirarte porque temo perderme ahí. no quiero naufragar en ese verde donde no hay orillas, ni que el mundo se limite a tus ojos. no quiero convertirme en cíclope.
entonces es tu mano la que arremete. sigilosa, se cuela entre mi pelo, se trepa por mi espalda. no lo hagas, no toques mi boca porque tengo miedo que no sea la misma que tu mano dibuja.
estás tan cerca y a la vez tan lejos que a veces me desconcierta y otras, me lastima. no es que no me guste escuchar tus mentiras, el problema es que me las creo.