ayer a la mañana, a través de la ventanilla del auto en que iba, ví a alguien que me pareció conocido. alguien con quien hace casi un año que no me veo, ni hablo, ni chateo, ni nada. alguien que apareció en mi vida medio de improviso y así también desapareció.
sinceramente, no me preocupo mucho por esas cosas. a fuerza de hechos, me convencí de que las personas aparecen en nuestras vidas cuando tienen que hacerlo y desaparecen ídem, aunque a veces nos resulte inentendible. claro que, racional como soy, muchas veces trato de buscar explicaciones. y como difícilmente lo consigo, termino confiando en que es así: los caminos se cruzan y desvían de modos misteriosos pero nada caprichosos. no existe la casualidad.

sólo lo ví de lejos. no me inquieté , no lo perseguí, ni siquiera suspiré. pero tuve la certeza de que era él.

esta mañana, lo ví conectado por primera vez en muchos, muchos meses. y me habló.